LOCALIZACION FOSA COMUN
VICTIMAS: FEDERICO GARCIA LORCA, DIOSCORO GALINDO GONZALEZ, FRANCISCO GALADI MELGAR Y JOAQUIN ARCOLLAS CABEZAS
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| Francisco Gonzalez Arroyo en el sitio denominado "El Caracolar" |
LOCALIZACION Nº 1
Por la peculiaridad que supone que en la misma se encuentren los restos mortales de Federico García Lorca, es la fosa común mas investigada de todos los desaparecidos de la guerra civil y el franquismo, antes incluso de que el hispanita Gerald Brenan se interesara por ella, los comentarios sobre su paradero fueron siempre objeto de las conversaciones, clandestinas en su mayoria, de los habitantes próximos al lugar de los hechos.
Así, el miembro de nuestra Asociación, Francisco Gonzalez Arroyo, natural y vecino del El Fargue, pequeña localidad entre Viznar y Granada desde su infancia, oía referirse a personas mayores sobre el paraje donde se encontraba, recordando que El Caracolar era el topónimo más generalizado. En aquella edad infantil, tuvo conocimiento de que Valentin Huete Garcia, a la sazón cocinero de la Fábrica Nacional de Pólvoras, radicada en su localidad de nacimiento, vivía desde antes de la sublevación militar en el Molino de Las Pasaderas, ubicado en el mismo conjunto de edificación en el que se estableció la "carcel" de Las Colonias en la que pasaron sus últimas horas los cuatro asesinados, lo que convirtió lo en observador obligatorio de todos los asesinatos cometidos por las fuerzas sublevadas que estaban al mando del capitan José María Nestares Cuéllar. Este señor Huete García, mientras estuvo trabajando en el establecimiento militar, nunca quiso comentar nada sobre cuanto observó durante la guerra; siempre esquivaba cualquier comentario o aportación de datos.
El mismo miembro de nuestra Asociación ha recogido numerosos testimonios de habitantes de Víznar, la mayoría de los cuales han manifestado siempre su certeza de que la citada fosa estaba en un paraje distinto del que se ha fijado desde nuestra democracía, esto es, en el interior del Parque Federico Garcia Lorca, en el término municipal de Alfacar. Sus afirmaciones era de un paraje más próximo a Viznar, pero muy próximo al Camino del Obispo y en paraje situado en nivel superior a su recorrido.
En conversación con Ángel Sánchez Fernández, acequiero de la de Aynadamar, quiso ser más preciso. atendiendo a la petición de Gonzalez Arroyo, y le llevó hasta aquellos olivillos que hay antes del Caracolar, donde le señalo la piedra bajo la cual afirma están los restos de los cuatro asesinados en la madruegada del 18 de Agosto de 1936 y cuyas coordenadas responden a los datos siguientes:
37º 14' 31',10'' de latitud Norte; 3º 33' 00,59'' de longitud Oeste.
En la obra de Eduardo Molina Fajardo Los últimos dias de Garcia Lorca (1), entrevista a Pedro Cuesta Hernandéz, miembro de las fuerzas al mando del capitán Nestares, del que obtiene un croquis dibujado en papel cuadriculado en el que se marca el lugar de la fosa, que claramente describe el paraje que dijeran Valentín Huete Garcia y Angel Sanchez Fernandez, con un evidente distanciamiento del lugar señalado en el interior del Parque Federico García Lorca.
En la obra Miedo, olvido y fantasía (2) basada en la exhaustiva investigacion que realizara Agustin Penón en 1955 - 1956, se señala el mismo lugar descrito en los párrafos anteriores y se inserta en la pagina 388 una fotografia del lugar que, a pesar del tiempo transcurrido, se comparece plenamente con el descrito, pese a que ha desaparecido uno de los olivos que se observan en dicha fotografía, a causa de reformas en el trazado del camino y el asfaltado reciente del mismo.
En nuestra opinión, este punto de la localización nº 1 es el más probable emplazamiento de la fosa que se solicita su excavación.
LOCALIZACION Nº 2
Como segunda opción del emplazamiento de la fosa que contiene los restos de Francisco Galadí y de Dióscoro Galindo, se ofrece el punto del interior del Parque Federico García Lorca cuyas coordenadas son las siguientes:
37º 14' 41,38'' de latitud Norte; 3º 33' 12,25'' de longitud Oeste.
Este lugar corresponde con las investigaciones llevadas a cabo por el hispanista Ian Gibson, vertidas en su libro El asesinato de Garcia Lorca (3), entre cuyas ilustraciones inserta una fotografia del lugar, según le confesara Manuel Castilla, testigo presencial del asesinato. Este paraje tambien se señala en Miedo, olvido y Fantasia (4), según las declaraciones de los testigos Manuel Castilla y José Requena, fotografias incluidas.
En nuestra opinión, al señalar este segundo punto, es posible que se produjera una equivocación a causa de la similitud del paisaje en aquellos momentos, alimentada por el miedo de ambos testigos, en unos tiempos en que la guardia civil vigilaba, perseguía y amedrentaba con detenciones, a quienes osaran merodear por aquellos parajes facilitando información de los asesinatos, así como por los años transcurridos desde el asesinato en 1936 y la identificación, en 1955 sin haber vuelto al paraje en ese lapso de tiempo; en cambio, los informadores de Agustin Penón, residentes en Viznar, no habían dejado de residir en Víznar ni de frecuentar a diario el lugar.
En todo caso, no se puede descartar esta segunda opción, dado que los protagonistas de los crimenes procuraron por todos los medios que no se supieran detalles de sus actuaciones y, mientras no se abran las fosas, no se podrá saber con certeza lo ocurrido, ni desvelarse los secretos que todavia están por resolverse.
FUENTE DEL INFORME: "ASOCIACION PARA LA RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA DE GRANADA"
En nuestra opinión, al señalar este segundo punto, es posible que se produjera una equivocación a causa de la similitud del paisaje en aquellos momentos, alimentada por el miedo de ambos testigos, en unos tiempos en que la guardia civil vigilaba, perseguía y amedrentaba con detenciones, a quienes osaran merodear por aquellos parajes facilitando información de los asesinatos, así como por los años transcurridos desde el asesinato en 1936 y la identificación, en 1955 sin haber vuelto al paraje en ese lapso de tiempo; en cambio, los informadores de Agustin Penón, residentes en Viznar, no habían dejado de residir en Víznar ni de frecuentar a diario el lugar.
En todo caso, no se puede descartar esta segunda opción, dado que los protagonistas de los crimenes procuraron por todos los medios que no se supieran detalles de sus actuaciones y, mientras no se abran las fosas, no se podrá saber con certeza lo ocurrido, ni desvelarse los secretos que todavia están por resolverse.
FUENTE DEL INFORME: "ASOCIACION PARA LA RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA DE GRANADA"
BIBLIOGRAFIA:
(1) MOLINA FAJARDO, Eduardo, Los últimos dias de Garcia Lorca, PLAZA & JANES, Barcelona, 1983.
(2) OSORIO, Marta, edic., Miedo, olvido y fantasia, COMARES, Granada, 2001.
(3) GIBSON, Ian, El asesinato de Garcia Lorca, Editorial Critica, Barcelona, 1979
(4) OSORIO, Marta, ibidem.
